¡Buenos pulgares a todos!
En el post de hoy os traigo una
joya de tiempos pasados, el clasicazo “Metal
Gear Solid: The Twin Snakes”.
Este juego salió inicialmente
para la plataforma “PSOne” el 3 de
septiembre de 1998, aunque se pudo ver de forma “ilegítima” en la “NES” poco después.
Hoy en día, si tuviésemos el
“gusanillo” y nos diese por rejugarlo, podríamos descargarlo a través de la
tienda virtual de Sony, la llamada PSN, o bien pasar a ponernos un parche en el
ojo y jugar en el PC con la ayuda de un emulador.
La compañía, “Konami Computer Entertaiment”, financiada
por la productora “Kojima Productions”,
a través de su director, Hideo Kojima, crearon esta joya hace 15 años estableciendo,
en nuestra opinión, un linaje en el que se incluirían una serie de obras
maestras que aparecerían posteriormente cada cuatro años…
Tras ponernos en situación, vamos
a hablar de por qué fue llamado así, “Metal
Gear”. Según la historia del juego, el término “Metal Gear Rex” hace referencia a una moderna maquina creada para destruir
todo lo que se le ponga por delante, siendo una especie de bípode con reminiscencias de dinosaurio armado hasta los dientes. En cuanto a “Solid”, se refiere (cómo no) al “prota”
de esta saga, el irreductible Solid Snake.
Sigamos ahora con el trasfondo. La unidad terrorista “FOXHOUND” ha
tomado un puesto nuclear en Alaska, desde el que amenazan con lanzar varias
cabezas nucleares que había allí almacenadas al resto del territorio
estadounidense. La reivindicación de estos terroristas es simple; exigen que el
Gobierno Estadounidense les haga entrega de los restos de su fundador, el héroe de guerra Big Boss, con el que realizaron una serie de experimentos previamente
a la historia, de los cuales generaron varios clones. Destacan entre estas
“copias” el líder terrorista, Liquid Snake, así como nuestro protagonista,
Solid Snake.
Pues como no podía ser de otra
forma, Solid Snake es enviado por su antiguo instructor para infiltrarse en el
complejo nuclear capturado en Alaska y así luchar contra Liquid y sus sucios
esbirros…
Sigamos con el “prota”. Snake, en
mi opinión y en el contexto de la época en que salió el juego, es el espía
perfecto: posee un gran abanico de habilidades, pudiendo tanto introducirse por
conductos para escapar de la visión del enemigo, como disparar misiles Nikita o
romperle el cuello sigilosamente a los enemigos, teniendo adicionalmente múltiples
opciones disponibles en el cuerpo a cuerpo.
La mecánica juego es simple: debemos
evitar a toda costa a los enemigos, para lo cual intentaremos pasar con sigilo
a su lado, y si éste falla, pasar a romperles el cuello, como ya dije antes. Si
se diese el caso de tener que usar la fuerza, tendremos la opción de o dejar
los cadáveres por los pasillos, cosa no recomendable si no queremos ser
detectados a poco que pase un guardia (que llamará a cinco de sus amigos
automáticamente para buscarnos), o esconderlos. Y eso de ocultarlos no es necesariamente
en un contenedor o en una taquilla, ya que tendremos la posibilidad hasta de
dejarlos incluso tras una esquina que sea poco frecuentada por los guardias…
Siguiendo con el tema de los
cuerpos que “generemos” en nuestras andanzas, también existe la siempre
socorrida opción de saquearlos, para así quedarnos con sus cosas… a excepción
de sus armas. Trasfondísticamente, las armas de los guardias llevan un
microchip para que solo las puedan usar ellos. ¡Vamos, que nos va a costar
dejar la pistolita de marras que nos encontramos al inicio! Pero tranquilos, que
no nos tiraremos toda la campaña con ella a secas… Encontraremos varias armas
sin este “fantabuloso” bloqueo, y así podremos utilizarlas.
No sufriremos en soledad todo el
desarrollo de la aventura, ya que nos encontraremos con una compañera más
adelante, Meryl Silverburgh, la cual casualmente es la sobrina de nuestro
coronel, Roy Campbell (¡bravo por él, que mete a gente de su sangre en
semejantes “embolados”!). Meryl nos será útil en algunos momentos complicados,
en los cuales nos prestará su apoyo.
A medida que vamos avanzando en
la trama, nos toparemos con varios jefes finales a los que combatir, como en
toda buena aventura de acción, y como en toda buena aventura de acción, nos
dejaran una buena recompensa al “bajárnoslos”. Y este premio del que os hablo será
básicamente un pequeño aumento de vida, ¡que ya imaginaréis lo que se agradece
después de recibir tantos palos!
Aparte de Meryl, nos encontraremos a otros personajes en el reparto, como como Revolver Ocelot, Psycho Mantis, Vulcan Raven o Sniper Wolf; y como buenos secundarios, todos acabaran muertos antes de la batalla final, a excepción de Revolver Ocelot, que “solo” perderá una mano… ¡La vida de un personaje de acción es corta y dura, compañero!
Y ya por concluir la parte de la historia del juego, remato con un comentario de la batalla final, nos enfrentaremos a Liquid, nuestro “clon gemelo”, como era de esperar… Pero no quiero spoilear en cómo acaba ésta (por previsible que pueda ser), ¡por lo que aquí se acaba este apartado!
Prosigamos entonces con la evolución del juego. Como es comprensible, no se puede igualar gráficamente con juegos posteriores, pero si podemos evaluar su modo de juego con respecto a éstos. Las secuelas han evolucionado en ciertos aspectos de este apartado, haciendo mejorar paralelamente la diversión y el tiempo de juego, dejando para ello a un lado la misión principal. Cada vez surgen mas objetivos secundarios: empezamos con la búsqueda de armas no necesarias, simplemente por mejorar las probabilidades de vencer en una batalla, siguiendo con la esperpéntica opción en el “Metal Gear Solid 3” de localizar una especie de ranas, hasta tratar en el “Metal Gear Solid 4” de conseguir dinero por distintos medios para mejorar las armas de las que dispongamos.
¿Y qué pasa con “Metal Gear Rising”, no vamos a hablar de él? Pues la verdad es que no, ya que pensamos que en un sentido purista no es un juego de esta saga, puesto que el personaje principal es Raiden, y no nuestro querido Solid Snake; aunque no olvidamos que a Raiden realmente ya lo hayamos controlado anteriormente, en el “Metal Gear Solid 2”. No obstante, es un juego que tenemos en la lista de pendientes por completar; cuando lo hagamos, tal vez planteemos un análisis en otro post.
Para rematar el artículo, pasamos a dar nuestra opinión, en la que vemos que este título tiene sus puntos fuertes y es realmente bueno, aunque frente a su secuela “Metal Gear Solid 3” sale perdiendo, ya que ésta tiene una trama argumental mucho mejor desarrollada, así como unas posibilidades de juego mayores.
Como juego, independientemente de cómo haya evolucionado o el tiempo que pasó desde su salida, deja un nivel muy alto. Los gráficos de los que hace gala, en el contexto de su época, ¡eran alucinantes!, y es un medianamente rejugable. La trama tiene bastante tirón, y más aún si te fascina el tema de realizar asaltos con subterfugio, con usos controlados de la fuerza. Tanto si te gusta esta temática como si no, os recomiendo encarecidamente que le eches un vistazo y te plantes jugarlo (o rejugarlo, ¡qué demonios!).
Valoraciones:
Estética: 8.9 Los gráficos que tienen son de gala, para aquel entonces…
Sonido: 7.8 La música no juega un gran papel en el juego. Básicamente, sirve para saber si te están buscando, si te han encontrado o por el contrario, si aún sigues oculto. El juego no esta doblado en castellano, ¡o al menos, no lo estaba cuando lo jugamos!
Duración y Trama: 8.0 En el contexto de su época, ¡eran alucinantes!, y por sus extras alcanzables tras terminarlo, es medianamente rejugable. La trama tiene bastante tirón, como ya dijimos antes.
¡Desfase!: 9.0 Continuos guiños, escenas épicas, enemigos con carácter…
Nota final: 8.9 (No es una media completa. Tenemos que tener en cuenta que la diversión es lo que mas puntúa)
Alternativas: Si te gusta el sigilo, la mejor opción a tener en cuenta es recurrir a las demás entregas de la saga. Si lo que buscas es otra trama con características similares, las alternativas naturales serían las entregas de
Splinter Cell y
Hitman.
Aquí os dejo con la introducción de una serie de capítulos de un canal de Youtube, por si os apetece "echarles un ojo"...
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