lunes, 11 de marzo de 2013

Análisis: Aliens Colonials Marines


¡Buenos pulgares a todos!

Hoy os traemos la última producción de Gearbox y Sega: “Aliens: Colonial Marines”.

Tradicionalmente, eso de ir colonizando planetas recónditos a pecho descubierto siempre ha sido un problema, ¡y no va a ser menos en este videojuego, como bien os podrá decir nuestro “prota”, el Cabo Winter!

Tanto es así, que nuestro protagonista y sus compañeros, O’Neal y Bella, están ya más que cansados de “ir colonizando por ahí” cuando entran en la trama de este juego, que no será precisamente un paseo por el campo…

En nuestra historia, y en concreto, en los escenarios en los que ésta se desarrolla, no hay “vida” alguna que prospere… Aunque usamos esta palabra entrecomillada puesto que a estos “amiguitos” de la foto, de los que sí que hay bastantes, no sabemos si se les puede llamar “vida”:




Este bichito de la imagen, que ya es bien conocido como icono cultural, es uno de los famosos “Aliens” que dan nombre a este juego, y anteriormente, a la saga de películas. También conocidos como “Xenoformos”, ¡son los especímentes más peligrosos del espacio! 

Si ya da “cosica” pensar en su existencia, hemos de sumar a estos datos que tienen predilección por la raza humana, ya que son parásitos espaciales que necesitan un huésped vivo en el que gestar a su prole, la cual inoculan en sus víctimas mediante los conocidos “Facehuggers”. Huelga decir que el proceso de nacimiento de la cría Alien suele ser bastante perjudicial para su “mamá de alquiler”…



Nos gustaría empezar tras esta breve charla con el análisis del juego, el cual iniciaremos situándonos cronológicamente.

La historia se sitúa tras los sucesos de la película Aliens: El regreso (si sois fans de la saga, ¡la cosa promete!) en la cual, la nave USS Sulaco se verá contaminada hasta las trancas de estos repugnantes bichos… (Inciso: Es curioso que teniendo estos bichos un proceso reproductivo tan rebuscado que describimos antes, ¡haya tantos!).

La aventura en sí comienza cuando nuestro marine recibe la orden de abordar la ya citada nave USS Sulaco para averiguar que ha sido de su tripulación y de su estado, desconocedor de la que se cuece dentro… Y obviamente, al entrar en ella se encuentra a una colonia completa de xenoformos deseosos de repartir amor, con los que tendrá que luchar para salvar el pellejo, averiguando en este proceso de purga/supervivencia qué es lo que pasó tanto en la USS Sulaco como en la colonia planetaria de Hadley’s Hope.
Entrando en el apartado de equipo, y dando por hecho que estos aliens son bastante incompatibles con la vida en general, y que estamos en un videojuego cañero manejando a marines coloniales en plena misión de abordaje, dispondremos de un gran arsenal táctico y bélico para aniquilar a estos extraterrestres, destacando en él un chismito tecnológico muy agradecido, consistente en un sensor de movimiento para detectar presencias en nuestro entorno; esto de entrada suena bien, poder ir detectando a estos maestros del sigilo nos da mucho juego… pero la trampa está en que no podremos disparar mientras lo tengamos en mano. ¡Mal rollo y sobresaltos asegurados!

Continuando con el tema del armamento, dispondremos de un sistema de experiencia que nos dará una bonificación por arma según vayamos subiendo niveles. Y como broche en este aspecto, tendremos la posibilidad de utilizar algunas armas legendarias, que encontraremos por los escenarios, como armas que utilizaron los personajes de la saga y que serán mucho más efectivas que las iniciales.

La ambientación del juego recrea de forma fidedigna la existente en las películas, hacia las cuáles tiene muchos “guiños”, especialmente en acontecimientos tales como la escena final en el hangar, y la colonia en Hadley’s Hope.

Siguiendo el análisis pasamos a sus modos de juego, ya que tiene un modo multijugador con el que podremos controlar tanto a un marine colonial como a uno de estos “simpáticos” xenoformos.

Éstos últimos se manejan en una (algo mareante) visión en tercera persona, y como era de esperar debido a sus conocidos atributos, están altamente especializados en dar cariño a personajes solitarios, a los que atacaremos siempre que podamos por la espalda. Para ello, nos podremos colgar de paderes y techos para movernos sin ser vistos hasta ese último y fatídico instante.

Si optamos por elegir a un marine como personaje, la clave de juego será entonces el ir siempre en grupo y no separarse, pase lo que pase. Para un jugador “Alien” es bastante difícil atacar a un grupo entero de soldados, y más si alguno de éstos porta una escopeta (será un suicidio de ser así). Pero si llegase el caso de quedarnos solos (momento en el cual los Aliens babearán como posesos por tener el caramelito al alcance de sus bocas), desde aquí os aconsejamos fervientemente el mirando como posesos en todas las direcciones cual epilépticos, ya que si te orientas en la dirección en la que hay oculto un xenoformo, el radar que llevamos emitirá un leve pitido, estemos usando o no el sensor de movimiento, y puede suponer la diferencia entre la vida y la muerte.

Con esto ya no nos queda mucho más que decir, ya que el apartado técnico de este juego es muy “normalito” y como todos, tiene algunos bugs y fallos que tampoco vamos a destacar.

Estética: 6.0 No contiene elementos visuales que exijan un gran rendimiento, pero tiene muy buena ambientación en los escenarios.

Sonido: 8.1 No tiene mal doblaje y dispone de un buen abanico de música y efectos extraídos de la película

Duración y Trama: 8.0 No tiene mas de 10 horas, pero están llenas de acción. Un buen multijugador. Si eres fan de la saga deberías sumarle un puntito extra a la nota, por lo menos.

¡Desfase!: 7.6 Horas de acción en estado puro. Combates agobiantes contra 50 xenoformos que no te cansan ni de lejos….

NOTA FINAL: 7.6

Como alternativas en otras sagas te ofrecemos Dead Space 3, pero si eres de los que les van más los escenarios abiertos y no tan claustrofóbicos, pensamos que te sentirás más cómodo con Dead Island.



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